

Prototipo 1.0 Nituniyo Proyecto EDITA Seridom Septiembre ’17
El primer lápiz de la historia, tal como lo entendemos hoy [una mina de grafito con una envolvente de madera para protegerla de las caídas y evitar que se manche la mano] se encontró en un granero alemán y se remonta al siglo XVII.

Prototipo 1.0 Nituniyo Proyecto EDITA Seridom Septiembre ’17
La pieza, que se encuentra hoy en un museo, no parece ser objeto de un diseño minucioso, sino que parece más bien una solución ingeniosa de un carpintero práctico y eficiente. Su concepción le confiere un aspecto tan crudo y sintético que no parece posible cuestionar su solución.

Prototipo 1.0 Nituniyo Proyecto EDITA Seridom Septiembre ’17
Es fácil de construir, económico, versátil y en consecuencia tiene el atractivo de las cosas impersonales, imperecederas y lógicas.

Prototipo 1.0 Nituniyo Proyecto EDITA Seridom Septiembre ’17
“Nos proponemos realizar una revisión de ese concepto primitivo de lápiz basado en una mina protegida por dos cachas. La actualización incorpora la posibilidad de retraer la mina e incorporar una goma, con un sistema de cremallera sencillo, similar al de un cutter. La totalidad de las piezas se realiza mediante corte láser.

Prototipo 1.0 Nituniyo Proyecto EDITA Seridom Septiembre ’17
La mina y la tornillería son estándares comerciales de los utilizados habitualmente en óptica o productos industriales similares que requieren ese nivel de precisión”

Prototipo 1.0 Nituniyo Proyecto EDITA Seridom Septiembre ’17